Las celebraciones programadas en la Antigua Roma con ocasión del triunfo militar de un emperador comprendían diferentes ceremonias conmemorativas. Éstas se iniciaban con la alocución del general a sus tropas (alocutio). Los oficiales y los abanderados se reunían alrededor del caudillo quien, subido en un estrado móvil, aprovechaba para arengar a las huestes y recompensar a los soldados más valientes con coronas de laurel.Lanfranco pintó al menos seis obras que pueden relacionarse con la decoración del Buen Retiro, cinco en el Museo del Prado (P234, P235, P236, P2943, P3091) y otra en Patromonio Nacional.