Adán, sentado, trata de impedir que Eva tome la manzana del árbol prohibido ofrecida por la serpiente. La escena está basada la narración del Antiguo Testamento (Génesis 3, 1-6) sobre la caída del Hombre cuando, tras incumplir los mandatos de Dios, Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso.
Aparecen animales y figuras antropomórficas que simbolizan el Mal, como la serpiente y el zorro, o el niño-serpiente que ofrece la manzana.
Como referentes compositivos se han citado los frescos de Rafael de la Stanza della Segnatura en el Vaticano y el grabado del mismo tema de 1504 de Alberto Durero.
Esta obra perteneció a Antonio Pérez e ingresó en 1585 en la Colección Real. Rubens realizó una copia de este cuadro entre 1628 y 1629 también conservada en el Museo del Prado (P1692).