Isidro González Velázquez es uno de los ejemplos más elocuentes de los arquitectos formados en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando bajo las directrices de Juan de Villanueva (1739-1811), de quien fue discípulo predilecto y al que sirvió como delineante y ayudante en las obras del Real Sitio de Aranjuez. Pensionado en Roma entre 1791 y 1796, a su regreso a España continuó su colaboración con Villanueva, alcanzando en 1799 el nombramiento de académico de mérito y asumiendo, en 1803, la ejecución de las obras de la Casa del Labrador en Aranjuez según su proyecto elaborado el año anterior. Antes de dedicarse por completo a la arquitectura, Isidro González Velázquez, que firmaba sus obras simplemente como "Isidro Velázquez", había demostrado sus extraordinarias dotes de dibujante en la elaboración de detalladas vistas de los Reales Sitios, algunas de las cuales él mismo grabó. Se conservan dos estampas con una indicación manuscrita de que se trata de los primeros grabados realizados por el arquitecto, y que por la temática y el estilo apuntan un posible origen italiano, quizá ejercicios de aprendizaje del grabado realizados durante su estancia en Italia. A su vuelta a España, consta que el 8 de mayo de 1797 la Real Calcografía adquirió al artista dos planchas con vistas del Paseo del Prado desde las fuentes de Neptuno y Cibeles. Parece que las planchas ya se habían estampado bastante en esta fecha, pues el 20 del mismo mes se contrata al grabador Juan Brunetti para retallarlas y continuar su estampación. De estas vistas se conservan también en la Calcografía los correspondientes dibujos preparatorios. Ambos dibujos coinciden formal y técnicamente con este y su compañero (D07359), adquiridos por el Prado en 2006. De ello podría deducirse una similar datación de todos ellos así como una misma finalidad, la de servir de modelos para la elaboración de un conjunto de estampas de los Sitios Reales o de los nuevos espacios urbanos de la capital, entre los que se encontraría el Real Observatorio del que también se conserva un dibujo de semejantes características (Biblioteca Nacional, Madrid). Los dibujos han recibido una tratamiento pictórico, ya que las partes más coloreadas de la composición fueron barnizadas para destacar su cromatismo y posteriormente fueron montados sobre un bastidor y enmarcados, como si de pequeñas pinturas se tratase. En este sentido, otros dibujos conservados del artista con vistas de Italia pertenecientes a su etapa de madurez (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid), recibieron el mismo tratamiento formal. En el dorso de los dibujos hay anotaciones manuscritas que apuntan la fecha de 1792. Si bien en ese año Isidro González Velázquez ya había partido para Italia, no sería desdeñable pensar que estos dibujos, al igual que los de las vistas del Prado y sus correspondientes láminas, fueron elaborados poco tiempo antes de su periplo italiano. La existencia de otros dibujos de carácter más arquitectónico, preparados a lápiz y elaborados solamente con aguada sepia, del mismo tamaño y con los mismos puntos de vista que otros realizados con aguadas de colores Real Observatorio (Biblioteca Nacional, Madrid) y Vista de la Plaza de San Antonio frente al Palacio Real de Aranjuez (Museo Municipal, Madrid) permiten apreciar el método de trabajo del arquitecto y dibujante. En primer lugar delineaba a lápiz las líneas principales de los elementos arquitectónicos para después con el pincel ir trazando con gran precisión las líneas del dibujo y posteriormente dar una ligera aguada. A continuación hacía otros dibujos con aguadas de colores, a partir de los primeros, añadiendo figuras pintorescas en segundo plano y un singular arbolado en primer plano, como ponen de manifiesto los dos dibujos adquiridos por el Museo, y semejantes también a otros dibujos con vistas de la Casa del Labrador (colección particular, Madrid).
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