Talla de madera y lienzo policromada y estofada perteneciente al siglo XIV plenamente gótico de escuela castellana. Representa a la Virgen en un sitial sin respaldo típico gótico, sostiene al Niño sentado sobre su rodilla ligeramente ladeado, lo cual le confiere un aire más naturalista, aunque mira de frente. Este bendice con la mano derecha y lleva la Bola del Mundo en la izquierda. La Virgen estuvo adornada con pendientes valencianos de perlas falsas y collar de espejuelos, de la misma procedencia. Aunque las dos figuras son de bulto redondo, la obra está hecha para ser colgada sobre alguna pared esquinada, pues la Virgen es hueca en su interior. Puede ser relacionada, según A. Franco, con un grupo de esculturas de la Catedral de Plasencia pertenecientes al siglo XIV.
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