La romana Tulia fue hija de Servio Tulio. La leyenda cuenta que se hizo cómplice de su marido para asesinar a su padre, consumado lo cual pasó su carro sobre su cadáver por una calle que se llamó después Vicus Sceleratus. El Musoe del Prado conserva una réplica de la obra realiza por el mismo autor, nº inventario E00908.
Étiquettes: