Interior de un tren. Bajo la mirada vigilante de la celestina de turno, cuatro muchachas son transportadas a un burdel. Ellas dormitan serenamente en distintas posiciones. Los fardos de ropas, los mantones, y las faldas arremolinadas ponen una nota luminista .
Pintado en su estudio de Madrid en el año 1894. El lienzo que tenía más altura fué cortado en su parte baja y en su lateral izquierdo al presentarlo en el Salón de París en 1895, año en que firma Sorolla de nuevo la obra.
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