Este cuadro celebra la liberación de la plaza suiza de Constanza del sitio a que estaba sometida por las tropas suecas del general Horn. Junto a la Expugnación de Rheinfelden y el Socorro de Brisach, es uno de los tres cuadros que conmemoran las victorias del ejército de Alsacia, mandado por el duque de Feria en 1633, cuya creación y subvención fue impulsada directamente por el conde-duque de Olivares.Formó parte de la serie de lienzos de batallas que decoraban el Salón de Reinos del Buen Retiro.