Probablemente original griego de principios del siglo III a.C., que representa a un diádoco o a un héroe mítico dentro del estilo de Escopas. De las distintas versiones que corren sobre la historia de esta obra, la más atendible la sitúa en el palacio de Cristina de Suecia en Roma junto a una imagen de Cristo. Era entonces considerada un retrato de Alejandro, el príncipe ideal de la Reina: recuerdese que ésta, en su bautizo católico, eligió el doble nombre de Cristina Alejandra. Tal identificación, aunque rechazable, revela un conocimiento del arte clásico poco común en el siglo XVII: todavía hoy, cuando se buscan paralelos al presente bronce, el más próximo resulta ser un retrato colosal, conservado en Copenhague, del gran conquistador macedonio; la única diferencia sensible es la larga cabellera que éste último ostenta. No es por tanto descabellada la hipótesis, recientemente expuesta, de que nuestro bronce represente a Hefestión, el mejor amigo de Alejandro.Sin embargo, la problemática del retrato regio a principios del Helenismo recomienda prudencia. Si Lisipo creó la imagen oficial de Alejandro, sabemos que entre sus deseos estaba confundir las facciones de su modelo con los rasgos ideales de Heracles o Aquiles. Y entre los generales que le acompañaron y se repartieron su imperio, esta heroización se abrió paso de forma generalizada: a menudo con diadema, pero a veces sin ella, Ptolomeo, Seleuco, Lisímaco y otros Diádocos se hicieron representar con facciones enérgicas y serenas, cabelleras agitadas y una grandiosidad sobrehumana, capaz en ocasiones de dejar en segundo plano los rasgos personales. En tales circunstancias, ¿qué nombre podemos dar a esta cabeza, único resto de una estatua de 3,50 m de altura? ¿hasta qué punto podemos estar seguros de que representó a un monarca y no a un héroe mitológico, cuando es evidente su dependencia del Meleagro de Escopas? Ciertamente, este magnífico bronce guarda aún muchas incógnitas, entre las que figura incluso su probable carácter de original griego llevado a Roma en la Antigüedad.