El Museo Capodimonte conserva un retrato atribuido a Daniele da Volterra con el mismo personaje e idéntica factura que éste. Desconocemos la identidad del retratado, algún caballero que quiso dejar constancia de sus inquietudes intelectuales al mostrarse con un libro. Volterra aprendió de Piombo el modo de componer sus retratos, ubicando al modelo ante un fondo oscuro y sirviéndose de luces y sombras para dotar de volumen a la figura.