Ingresa en el Museo como original de Jan Both. Waddingham (1960) lo atribuye a Swanevelt, atribución oficialmente recogida por el Museo a partir de 1985.

La escena representa a un cartujo en un paisaje abrupto. Posiblemente se trate de San Bruno, fundador de la Orden Cartuja -y al que le estaba dedicada una de las ermitas del Buen Retiro- en su retiro en el macizo montañoso de la Chartreuse, en el obispado de Grenoble, donde San Hugo, obispo de esa diócesis, le había permitido instalarse junto con seis compañerosjunto con seis compañeros para dedicarse a la vida de oración. Allí fundó en el 1084 el primer monasterio de la orden. El monje aparece de pie a la entrada de una cueva que cobija en su interior una capilla con un retablo. Sujeta con su mano derecha uno de los frutos que ha cogido de la cesta que sujeta con el brazo izquierdo. Delante de la cueva se extiende un jardín formado por parterres de flores ordenados en torno a una fuente. Tanto el jardín como la fuente y las flores representadas (tulipanes, lirios, azucenas, girasoles) son símbolos marianos. Pero la fuente podría aludir, además, a la que según la tradición, emanó del suelo al poco tiempo de haberse instalado los monjes en la Chartreuse.

Este paisaje repite la estructura compositiva y el tratamiento lumínico de la (P02065). Sin embargo, en este caso la escena está cerrada a la izquierda por un único árbol. Detrás de él, en el plano medio, se eleva también una pared rocosas, pero aquí no llega hasta el borde superior del cuadro. De este modo el cielo ocupa más espacio y la apertura al paisaje es mayor. Una cálida luz de atardecer baña el fondo. En el sombrío primer plano destacan, fuertemente iluminados, la figura del monje y el macizo rocoso a su espalda. El tratamiento pictórico de las hojas del árbol de la izquierda, que parecen pequeñas garras, y de los troncos son característicos de Van Swanevelt. La manera de representar las rocas revela la influencia de Cornelis van Porlenburch.

Se ha especulado sobre la autoría de la figura. La radiografía revela que fue añadida una vez concluida la pared rocosa. Waddingham (1960) señala como posible autor al francés Jacques Stella (1596-1657) u otro pintor de su círculo o del de Sebastien Bourdon; Capitelli (2005) apunta hacia algún pintor del círculo de Andrea Sacchi (h.1599-1661) o de Jan Miel. Sin embargo, Russell (1982) la atribuye también al pintor porque la considera próxima a la figura de la Magdalena en Noli me tangere uno de los paisajes de Van Swanevelt para la Galleria Doria Pamphilj.

Asimismo se discute sobre la autoría del jardín, no sólo por el hecho de que las flores están a todas luces sobredimensionadas con respecto a los otros elementos que integran la composición, sino porque no se conoce ningún otro ejemplo de bodegón de flores en los cuadros de Van Swanevelt. La radiografía ha revelado que están sobrepuestas a los muretes de los parterres. Waddingham califica a este jardín de bruegheliano. Capitelli cree que posiblemente sea obra de un bodegonista flamenco y Steland apunta a un seguidor de Jan Brueghel el Viejo.

En 1701 figuró todavía en el Palacio del Buen Retiro. Después de 1747 fue enviado al Palacio Real, donde está consignado en 1772. En 1794 volvió a figurar en el Buen Retiro. Desde allí fue enviado al Museo antes de 1834.