La Virgen María sostiene al Niño Jesús en sus brazos frente a un cortinaje verde, acompañados por Santa Dorotea y San Jorge en una Sacra Conversazione.
San Jorge (siglo IV) aparece vestido con armadura y portando su símbolo, la lanza con la que según la leyenda mató al dragón. Santa Dorotea (siglo IV) fue una santa original de Capadocia y sufrió la persecución de los cristianos por el emperador Diocleciano. La santa presenta al Niño una cesta llena de flores en alusión a su último milagro, cuando momentos antes de morir martirizada hace llegar milagrosamente un cesto de flores y frutas a uno de sus verdugos, que se había burlado de ella.
Tiziano muestra en esta obra el dominio de la técnica, de claridad expositiva y color brillante que le diferenciará de sus inicios junto a Giorgione.
Se conserva una copia de este cuadro con ligeras variantes en Hampton Court, Londres.
Es la obra de Tiziano más temprana que poseyó Felipe II (1556-1598), quien la envió a El Escorial en 1593. Ingresó en las colecciones del Museo del Prado en 1839.
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