Carlos VII, rey de Nápoles y Sicilia y futuro Carlos III de España, recibió la embajada del sultán otomano en 1741, un auténtico acontecimiento político que motivó el encargo de este retrato colectivo. El embajador Hagi Hussein Effendi, con expresión pensativa, aparece
rodeado por los miembros de su séquito, cuyas miradas carecen de la penetración psicológica de la del protagonista.