A la sombra de grandes nombres como el de Velázquez, durante el siglo XVII se desarrolla en Madrid una escuela pictórica muy interesante, que en ocasiones alcanza cotas de gran calidad. Uno de sus representantes es Cabezalero, de quien se conocen pocas obras, pero todas de cierto nivel, como evidencia esta Asunción, en la que se aprecia el gusto por las formas monumentales y los colores claros, intensos y brillantes tan característicos del autor.
Tanto en su composición como en parte de su gama cromática, el cuadro evidencia el conocimiento de la pintura de Rubens, que es uno de los artistas que más influyen en la evolución de la pintura barroca española.
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