Pasaje del Nuevo Testamento (Lucas 1, 26-38) que narra el anuncio de su maternidad a la Virgen por el Arcángel Gabriel, y la encarnación de Cristo hombre en María por mediación del Espíritu Santo en forma de paloma.
La zarza ardiendo simboliza la virginidad y pureza de la Virgen que, sin consumirse, se apareció a Moisés en el monte Tabor. A la izquierda, sobre el atril, el libro cuya lectura acaba de interrumpir la Virgen, y el cesto de costura, una alusión al velo del Templo, que cosía María según el Evangelio Armenio de la Infancia. Los ángeles músicos aparecen como testigos gozosos de la escena.
Esta obra fue la pintura central del retablo mayor de la Iglesia del Colegio de doña María de Aragón.
Existen dos reducciones autógrafas de este lienzo o posibles bocetos, una en el Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid y otra en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
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