El tondo de esta alegoría de la Agricultura formó parte de la decoración de la gran escalera monumental del palacio de D. Manuel Godoy (1767-1851), Príncipe de la Paz y Primer Ministro de Carlos IV (1748-1819). Encargada a Goya en los primeros años del siglo XIX, cuando Godoy acometió la restauración del edificio, entre 1801 y 1805, no se conservan los documentos que hayan permitido conocer el año exacto de su creación. Junto a las otras tres grandes composiciones del mismo formato circular, la de la Ciencia, perdida, y las otras dos, del Comercio (P02546) y la Industria (P02548), conservadas también en el Museo del Prado, expresaba los ideales de la Ilustración, así como las ideas de progreso de las Sociedades Económicas de Amigos del País, que Godoy favoreció. Goya utilizó aquí la iconografía tradicional de la Agricultura, representada por la diosa clásica Ceres coronada de espigas, como símbolo de fecundidad. Un repinte posterior cubrió, por decoro, el desnudo y abundante pecho que Goya le había dado a la diosa, que sentada en un paisaje tiene a sus pies dos azadones y posiblemente una guadaña, como útiles específicos de los campesinos. Sostiene en la mano izquierda un racimo de uvas y unas espigas, y en la derecha una granada, mientras un campesino arrodillado le ofrece una cesta de flores y frutas, bajo los signos zodiacales de Leo, Libra y Escorpio, que aparecen en el cielo, correspondientes a los meses más ricos de las cosechas, el verano y el otoño.
PROCEDENCIA: Palacio de Godoy, Madrid. Quedó en el edificio, como parte de su decoración, cuando en 1807 pasó a ser sede del Consejo del Almirantazgo y, sucesivamente, de la Biblioteca Real, y de las Secretarías de Gracia y Justicia, Guerra, Marina y Hacienda. Ingresó en el Museo del Prado en 1932, depositado por el Ministerio de Marina, como intercambio con obras del Museo.
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