La Virgen María, junto a San José, sostiene en su regazo a Jesús recién nacido mientras el rey Melchor besa el pie del Niño y Gaspar y Baltasar depositan sus regalos sobre una bandeja.
Tanto el paisaje idílico, como las arquitecturas típicas de las ciudades del norte de Europa, la composición, los colores gris azulados utilizados y el hieratismo de las figuras con ropas de pliegues rotos de forma artificial remiten al estilo hispanoflamenco en el que inicia su formación Rodrigo y que asimila su hijo Francisco.
Esta obra es compañera de La Natividad (P2834), también conservada en las colecciones del Museo del Prado.
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