Retrato oficial de la reina Isabel de Farnesio (1692-1766), hija de Eduardo II, duque de Parma, y segunda esposa de Felipe V (1683-1746), con quien contrajo matrimonio en 1714.
Representada de tres cuartos, la Reina gira su cuerpo hacia la izquierda y la cabeza hacia la derecha, en una pose elegante y característica de los retratos franceses del momento. Ricamente vestida, destacan la técnica y el detallismo en las joyas y en las calidades del terciopelo rojo bordado en oro y la piel que adornan el manto y el vestido, que otorgan a Isabel la presencia digna de su posición.
La escena se completa con un cortinaje de terciopelo verde a la derecha y un mueble en el lado izquierdo en el que se apoya la Reina, enlazando con las fórmulas del retrato de corte practicado en Europa desde el siglo XVI.
Se distingue por su elegancia, refinamiento y distinción, características que conectan directamente con la pintura francesa del momento y especialmente con la producción de Hyacinthe Rigaud (1659-1743), maestro de Ranc y pintor de Luis XIV y Luis XV de Francia.
Este cuadro es compañero del retrato de su esposo Felipe V (P2329), también en las colecciones del Museo del Prado. Ambas obras se salvaron del incendio de 1734 del Alcázar de Madrid, desde donde pasaron al Palacio del Buen Retiro.
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