Inmaculada Concepción
Virgen María
La Inmaculada. Querubines en torno, dos grandes ángeles con cesto de flores y espigas, en bajo, y el dragón a los pies.
Considerado hasta fecha muy reciente como obra anónima, se trata, en realidad, del boceto preparatorio para la Inmaculada de la colección Lassala, pintada por Vicente López en los primeros años de su regreso a Valencia, y de la que se conoce además una réplica enteramente autógrafa, lo que hace suponer cierto éxito de ese modelo iconográfico entre la clientela devota valenciana. En efecto, desde este momento tan temprano de su producción, López incorpora a la representación mariana algunos elementos que van a repetirse hasta versiones muy posteriores de este tema, como los ángeles mancebos flanqueando la figura de María y, sobre todo, el cesto de flores, que sujeta uno de ellos sobre la cabeza, mientras el otro sostiene un haz de espigas. Todos estos elementos pueden advertirse ya en el boceto preparatorio, en el que la Virgen aparece en pie, rodeada de una gloria de ángeles, sobrevolando su cabeza el Espíritu Santo y llevándose las manos al pecho mientras pisa el cuarto lunar. No obstante, ciertos detalles de su factura, apreciables tras la recientísima limpieza del lienzo, pudieran indicar su naturaleza de obra de taller o posible repretición de un boceto original no localizado.
CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). DÍEZ, José Luis. La Pintura Española del siglo XIX en el Museo Lázaro Galdiano. Valencia: Fundación Bancaja, 2005. p. 174. DÍEZ, José Luis. Vicente López (1772-1850). Madrid: FAHAH, 1999. p. 27, lám. 20.
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