Los hermas de dioses con dos caras son relativamente tardíos: probablemente fueran creados en el siglo I a.C. para propietarios de villas romanas, que estarían bien familiarizados con el dios romano Jano, cuyos dos rostros miran hacia adelante y hacia atrás. El herma doble del Prado no representa dos cabezas femeninas, como en otro tiempo se pensó (Safo y Corina, Artemisa y Hécate, Io o Isis), sino una imagen doble de Baco. A finales de la República e inicios del periodo imperial, el tema báquico predominaba en la decoración de los jardines, y los hermas dobles no sólo duplicaban al dios, sino que combinaban a veces a Baco con Ariadna y con diversos sátiros y silenos. El dios está representado con algunos de sus atributos típicos, como cuernos pequeños, cinta de tela (mitra), peinado de larga cabellera y rasgos faciales suaves, casi femeninos. Un busto de Dionisos en bronce, hallado en el barco naufragado de Mahdia, es muy afín al herma del Prado, tanto en lo estilístico como en lo iconográfico. Por su forma, este herma es más riguroso y más clasicista y por ello debe fecharse con posterioridad al busto de Mahdia de 86 a.C. la datación exacta del herma del Prado resulta difícil, porque la superficie del mármol está desgastada. No parece ser posterior al inicio del periodo imperial.