Formaba parte de una serie de relieves decorativos todos ellos con cabezas de faunos o ménades. Algunos conservan una orla con racimos de uvas. En el álbum de la colección del marqués del Carpio, aparecen dibujados quince relieves de la misma serie, rodeados de una marco redondo y provistos de una peana, como para ser colocados sobre alguna cornisa o consola. Barrón (1908) los catalogó como trabajo italiano de los siglos XVI al XVII; Tormo (1948) como antiguos y Blanco (1957) como renacentistas. Sin embargo, se trata de obras de un taller romano, de la segunda mitad del siglo XVII, que recuerdan el estilo de los trabajos en estuco y derivan de modelos de G.L. Bernini, como el Alma salvada y el Alma condenada, en Roma, Palacio de España y, más directamente, de una cabeza de Bacante, atribuida al gran escultor, también en Roma, en el Palacio Venecia. En el Palacio de La Granja, se conserva uno de los relieves con cabeza de fauno, que está colocado sobre un pedestal semejante al que aparece dibujado en el álbum del Marqués.
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