Acuarela pintada en 1898, que representa un anciano, visto de frente. Todo ello sobre fondo gris, desigual. Sorolla la dedica un año después y regala a su amigo el Doctor Simarro. En este año Sorolla es premiado con la Gran Medalla del Estado Austríaco en la Exposición Internacional de Viena. Esta acuarela fue adquirida por la mujer de Sorolla en la exposición del Ateneo de Madrid celebrada en 1922, rescatándola para la colección familiar.