Durante el año 2002, se compraron para el Prado cuatro lienzos del mismo maestro francés, que trabajó en España en la segunda mitad del siglo XVIII (P07823; P07824; P07825; P07826). Son trabajos preparatorios para los tableros de piedras duras de las consolas realizadas en la Manufactura del Buen Retiro, con destino al alhajamiento de los Reales Sitios durante la última década del reinado de Carlos III (1759-1788). El encargo se debió concluir en 1796, en tiempos de Carlos IV (1788-1808) y, cuando menos, constaba de nueve piezas. Un quinto lienzo pertenecía a esta serie -hoy en la Colección Luis Navarro (Valencia)- y el sexto es el presente, aunque en estado fragmentario puesto que únicamente se conserva la parte central de la composición. Se adquirió para el Museo cuando apareció en subasta pública como existente en la colección del apartamento parisiense de Alvar González-Palacios (Sotheby s, París, 29 Marzo 2007), que fue su último propietario y, hasta ahora, el único del que se tiene noticia. Tanto éste como los anteriores lienzos mencionados, salieron de España en una época indeterminada. Se trata de un interesante asunto, vinculado a la temática de distracciones populares de la época que describe una escena de entretenimiento deportivo. En primer plano aparecen dos jóvenes que juegan con un balón, contemplados por varios espectadores. La anécdota transcurre en medio de un entorno monumental en el que se aprecian una construcción de planta poligonal, un lejano obelisco y una pirámide (inspirada en su homóloga de Cayo Cestio, de Roma), que se recortan sobre un fondo de paisaje, con una cordillera montañosa a la derecha y todo ello amparado por un cielo nuboso. Este cuadro es un trabajo preparatorio para una mesa que pertenece también al Museo del Prado (O00455).