El matrimonio de Rubens con Helena Fourment el 6 de diciembre de 1630 probablemente fue el principal incentivo para la realización de esta obra, en cuya creación Rubens puso especial cuidado, como indican los innumerables dibujos preparatorios existentes. Pese a reconocerse las facciones de su esposa en el personaje femenino central y la casa del artista como marco arquitectónico, el cuadro es la recreación de una idílica escena cortesana galante, sin pretensiones narrativas, donde se mezclan personajes de apariencia real con otros mitológicos. Los amorcillos en el aire portan símbolos del amor conyugal. Las fuentes de las tres Gracias y de Venus aluden al amor fecundo. El conjunto es una exaltación del amor y la dicha conyugal.Se documenta por primera vez en 1666 en el Alcázar de Madrid.