La prueba de taller que se conserva en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid lleva manuscrita la leyenda Disparate de toros, si bien otros autores han leído Disparate de tontos o de toritos. Lo cierto es que el asunto representado en el que unos toros volando por el aire o cayendo de él en diferentes posturas con violentos escorzos, es de muy difícil interpretación y contextualización, por lo que la escena ha sido tradicionalmente entendida en clave onírica. El mundo de los toros será un tema recurrente en la obra de Goya al que dedicará dos series gráficas de extraordinaria novedad, los aguafuertes de la Tauromaquia y, ya durante su exilio en Burdeos, la serie de litografías de los Toros de Burdeos, una de las obras maestras de este género. Esta estampa, lejos de mostrar el mundo taurino real, representa una escena absurda que introduce un elemento de desasosiego que sin embargo será una constante en sus escenas de toros.