Imagen de una mujer de espaldas en el baño, justo en el momento que se inclina hacia la izquierda para secarse la pierna con un paño blanco. El luminoso desnudo destaca sobre la cortina verde del fondo. La cortina y el paño se reflejan en el agua.
Rosales aplica una finísima película de materia a la pintura, logrando un efecto que junto con su habilidad y presteza en la ejecución son las particulares más llamativas del cuadro. También es característico como deja visible la preparación en numerosas zonas del lienzo, especialmente en la cortina. De esta manera logra resaltar el volumen del desnudo femenino otorgándole un efecto monumental. Además, a través de esta técnica, dota a la pintura de un característico aspecto inconcluso, común a otras obras del mismo periodo.
Fue adquirido el 12 de junio de 1878 a Pablo Bosch para el Museo Nacional de Pintura y Escultura, ingresando poco después en el Museo de Arte Moderno.