Tetramorfos
Cruz latina de oro fundido y cincelado, con ventana central que permite ver otra cruz menor, de cristal, pegadas sus dos medias mitades, con hueco interior en el que se muestra lo que parece madera. Se rodea por molduras y sucesión de balaustrillos, rematados por corales. Se maciza la cruz en los extremos, decorados con florones en bajorrelieve e incisos, así como un águila en el extremo superior frontal, león a la izquierda, ángel abajo y toro a la derecha, todos sujetando un libro, en representación de los cuatro Evangelistas sobre campos que quizás estuvieran esmaltados.
La cruz, que mezcla siverss soluciones decorativas, es un objeto ejecutado con calidad y finura de acabado que recuerda la estética del primer renacimiento en su ornamentación y proporciones. Las corolas o urnas superpuestas recuerdan, en pequeño, los radios del halo de la corona de las urnas en el Pilar de Zaragoza, trabajo en oro y esmalte que fechamos en las primeras décadas del siglo XVI. (...) La presencia del Tetramorfos, algo dudoso en su diseño, no es frecuente en las cruces españolas, pero sí en las italianas, con las que coincide en proporciones y estructura, especialmente las italianas del sur, origen al que parece apuntar la presencia de granos de coral, pero no debe olvidarse que asimismo suelen aparecer estos motivos en imitaciones historicistas del siglo XIX, si bien, en este caso, las coincidencias tipológicas con la documentación de época son muchas, pues el copeta con el asa también se refleja en joyas de la primera década del siglo XVI.
ARBETETA MIRA, Letizia. El arte de la joyería en la colección Lázaro Galdiano. Segovia: Caja Segovia-FLG, 2003. p. 147, nº 118. CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950).
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