La nave concuerda en su estructura con modelos de la época, si bien ese no es un dato concluyente para garantizar la autenticidad de una pieza (...). En este caso, el pinjante o brinco parece representar una escena simbólica, pues su vela indica la presencia de la cruz victoriosa, quizás también aludiendo a la Santa Inquisición, aunque en vez de espada figura una palma y la cruz no es verde, error muy común en las imitaciones del siglo XIX. Las figuras podrían interpretarsede acuerdo con su aspecto pues, de manera indubitable, el personaje masculino está caracterizado como turco, por el sombrero y los bigotes, mientras que la mujer desnuda y con yelmo, quizás haga alusión a la verdad desnuda y militante o a Minerva, como diosa de la sabiduría. En cuanto al perro manchado, podría simbolizar a la Orden Dominicana, los "Domini / canes", o perros fieles de Dios. Sin embargo, la presencia de un desnudo, por muy simbólico que se intente presentar, resultaría chocante en el panorama de la joya devocional española en torno a 1600, especialmente en asuntos relacionados con el Santo Oficio. Por otra parte, si realmente la figura representa un turco, podría pensarse en una referencia a la batalla de Lepanto, pues la Cristiandad fue figurada como Ariadna, en cuyo caso, Perseo sería el perro, lo que resulta casi irreverente y también extraño, especialmente porque, a pesar de tener las preceptivas manchas no son negras sino marrones y falta la tea que, de acuerdo con la iconografìa dominicana, debería portar en la boca. Por tanto, caben varias posibilidades: a) que la pieza sea original, con una simbología sin paralelos conocidos; b) que la pieza esté parcialmente manipulada, como sucedería si se hubiese añadido la vela donde se hayan las armas del Santo Oficio, para hacerla pasar como pieza relacionada con la Inquisición, tema muy solicitado por los coleccionistas; y c) que la pieza sea una imitación, de iconografía incoherente. (...) El barquito presenta un buenacabado, con la paleta cromática específica de los esmaltes españoles del siglo XVII, salvo la presencia de un esmalte verde translúcido claro que no hemos hallado en piezas de época. Por tanto, aunque sospechamos que es historicista, carecemos de argumentos, salvo los expresados, para considerarla definitivamente como tal.