En el primer plano, muy próximo al espectador, se destacan contra un fondo oscuro seis pájaros muertos colocados sobre una mesa que corre paralela al plano de la pintura. Los pájaros representados son, de derecha a izquierda, tres verderones, un jilguero y lo que parece un urogallo, siendo el que figura detrás de difícil identificación. Así pues, son aves de caza, por lo que esta escena puede ser clasificado como un bodegón de caza.
La luz entra por la izquierda, desde una fuente exterior al cuadro, e ilumina sólo los cuerpos de los pájaros. El color está aplicado con una pincelada pequeña y minuciosa que hace vibrar la superficie. La entonación es a base de amarillos y marrones con pequeños toques de rojo en las plumas del jilguero.
Willingen y Meijer (2003) recogen dos cuadros similares a éste: uno firmado y fechado en 1619 (Holanda, colección particular); y otro, firmado y fechado en 1613, con un fondo de paisaje que, en opinión de estos autores, pudiera ser un añadido posterior. Por otra parte, en el Palacio Pitti de Florencia figura una bodegón muy próximo a este, de Willem van Aelst, Bodegón: tres pájaros muertos, fechado hacia 1652-1653.
En 1794 figura en la Quinta del duque del Arco, en El Pardo (Madrid). Ingresa en el Museo antes de 1834.