Alonso del Arco fue un pintor barroco español perteneciente a la escuela madrileña de finales del siglo XVII. De entre el numeroso grupo de pintores que coincidieron trabajando en Madrid en el reinado de Carlos II y que se pueden considerar menores, Alonso del Arco es, sin duda, uno de los más significativos y de personalidad mejor definida, con muy abundante obra pero de calidad desigual. Sordo de nacimiento y discípulo de Antonio de Pereda, por lo que fue conocido en la época como «el sordillo de Pereda», comenzó su actividad copiando las composiciones de su maestro del que pronto se iba a distanciar, interesándose por las soluciones del más avanzado barroquismo.