Es un fragmento de la obra San José con el Niño Jesús realizada para la iglesia del convento de San Pascual de Aranjuez, y que hoy se conserva en Detroit. A pesar de que en el proyecto pictórico destinado a esta iglesia Giambattista requirió la ayuda de su hijo Domenico, la
calidad de este pequeño ángel hace pensar que es enteramente de su mano.