Bodegón formado por un pavo muerto y una cesta de mimbre. Formó parte de una serie de doce bodegones que pertenecieron al propio Goya, figurando en el inventario de sus bienes a la muerte de su esposa Josefa Bayeu (1747-1812).
No se conocen ejemplos de bodegones independientes pintados por Goya con anterioridad, aunque había incluido espléndidos detalles en lienzos de diferente temática.
El género pictórico de los bodegones, que en España tuvo un gran desarrollo en el siglo XVII y en el XVIII, era todavía en época de Goya considerado como un género menor.
Esta obra fue adquirida por el Ministerio de Fomento para las colecciones del Museo del Prado en 1900.