Taza de sección en forma de arco carpanel, forrada por dentro con una lámina lisa de oro y otra del mismo metal decorada exteriormente por arabescos, en los que aparecen engastadas numerosas piedras rojas, entre balajes y granates en cabujón. Llenan el fondo un sinnúmero de turquesas sin labor alguna. Según el inventario de 1776, setecientas ochenta y cuatro. Está realizado en oro según la técnica kundam. Esta obra forma parte de la herencia recibida por el rey Felipe V (1683-1746) a la muerte de su padre, el Gran Delfín, en 1712.