Formó parte, junto a cinco mas, de un apostolado encontrado durante la Guerra Civil española en la localidad de Almadrones (Guadalajara). Se trata de un conjunto de calidad desigual pero muy interesante para conocer el proceder artístico del Greco y su taller. El maestro debió de realizar las líneas de encaje de todas las obras, el característico dibujo a punta de pincel realizado con pigmento negro; después, trabajo parcialmente algunas de las obras, un trabajo que quedo sin concluir, y quedo en manos del taller que participo en distinto grado y con una cierta especialización de tareas. En el caso de Santo Tomas, la calidad y movimiento de la cabeza y la mano responderían a un momento más avanzado -no necesariamente realizado por el Greco-, donde las pinceladas han sido frotadas, sutilmente arrastradas. Sin embargo, la vestimenta del Apóstol se realizo por un pintor que trata de imitar el arrebatado juego de pliegues del maestro, pero no ha conseguido dar volumen o una correcta sucesión de planos.