Copia romana de un original griego de h. 290 a.C. La cabeza del Museo, cuyo estado de conservación no es bueno, forma parte de un grupo poco homogeneo de cinco copias romanas que reproducen un retrato identificado infundadamente con el espartano Licurgo. El personaje representado es un hombre mayor, de barba cerrada y cabello relativamente largo cuyos extremos fueron esculpidos hacia dentro en los lados y en la nuca. La expresión amable que presenta la cabeza del Museo es resultado de los daños que han sufrido las cejas y no corresponde al original griego. La copia madrileña parece datar de principios del siglo de los Antoninos. El modelo no es fácil de datar. Mientras que el contorno de la cabeza y la expresión implicarían la preexistencia de un retrato de Sócrates de hacia 330 a.C. el cabello -que recuerda al retrato de Eurípides (E00080)-, así como la representación de la zona de los ojos sugieren una datación hacia comienzos del siglo III. Sólo es posible especular acerca de la identidad del griego, que -como demuestra el número de copias- era famoso aún en tiempos romanos.