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Retrato
Luis Antonio de Borbón, arzobispo de Sevilla y Toledo
De más de medio cuerpo, viste hábito cardenalicio y peluca dieciochesca. Al cuello lleva el Toisón y la gran Cruz de la Orden de Carlos III. La mano izquierda la posa en el pecho sobre la cruz y con la derecha hace gesto de recoger el bonete que hay sobre una mesa en el ángulo inferior derecho del lienzo.
El retrato, que fue calificado por Camón Aznar como "obra descolorida y fría", es muy semejante al de la Sala Capitular de la Catedral de Toledo, y al del Museo del Prado, de cuerpo entero (nº 3259), que ha sido atribuido a Goya sin razón suficiente. El de la Catedral de Toledo fue considerado por Tormo "acaso" de González Ruiz copiando quizás a Van Loo, probablemente recordando el retrato del mismo infante-cardenal que González Ruiz pintó en 1742 hoy en el Meadows Museum de Dallas. A juzgar por la edad del retratado -en torno a los veinte años-, bien podría ser suyo, pero el estilo es algo diferente de los retratos seguros firmados por el artista riojano.
. La toison d´or. Cinq siècles d´Art et d´Histoire. 1962. Pág. 291. CAMÓN AZNAR, José. Guía del Museo Lázaro Galdiano. Madrid: Fundación Lázaro Galdiano, 1951. Pág.127. CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio. Pintura española de los siglos XVII y XVIII en la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid: 2005. p. 200.
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