Pareja del Retrato de Señora que se conserva igualmente en el Museo (nv. 3596), ambos han venido identificándose durante muchos años como Luis Eusebi, quien fuera primer conserje del Real Museo del Prado, y su esposa, la miniaturista María del Carmen Macía. Tal identificación no tiene sin embargo ninguna argumentación fehaciente ni lógica, ya que, entre otras cosas, Eusebi murió anciano en París en 1829, unos diez años antes de que fuera pintado este lienzo. Precisamente se conoce alguna curiosa efigie de este personaje, autor del primer catálogo del Museo del Prado, en su vejez que, desde luego, nada tiene que ver con el presente retrato. El retrato pertenece al estilo más personal de Alenza en su corta madurez, envolviendo siempre a sus personajes en una atmósfera densa e íntima que les da una proximidad cotidiana y familiar, lograda a través de suaves transparencias que difuminan los contornos y deshacen las formas, junto a una técnica suave y esponjosa y un hábil manejo de la luz dirigida que, casi siempre, hace surgir a sus personajes de fondos muy oscuros, concediéndoles un halo de indudable sabor romántico, en el que reside gran parte del atractivo de los retratos de este artista, que demuestra siempre una especial sensibilidad en la captación sincera y directa de los rostros de sus modelos.