La composición refleja el momento en que el hijo de Japeto y de la ninfa Asia, Prometeo, modela al hombre de arcilla, asistiendo al acto Minerva, Psique y dos deidades femeninas o ninfas. Prometeo, sentado y con barba, está envuelto en un manto que deja el torso al descubierto. Al pie de la roca que le sirve de asiento hay un ánfora con arcilla de modelar. El hombre recién creado se yergue sobre un pedestal triangular, que muestra en una de sus caras la figura de un sátiro en relieve, y como si ya tuviera vida, vuelve su cabeza hacia Minerva, que coloca sobre ella la crisálida. La diosa viste túnica con "gorgoneion", manto y casco ático, con la cimera asentada en una esfinge; su brazo izquierdo descansa en la cadera, mientras el derecho coloca una mariposa sobre la cabeza del nuevo hombre. Detrás de la diosa, vuela Psique con alas de mariposa. Detrás de Prometeo se encuentran dos deidades femeninas y un pequeño animal, seguramente un perro, sin cabeza.