Esta escena mitológica es uno de los tres cuadros de Pieter Fris hasta hoy conocidos. Representa el momento en el que Orfeo, que había descendido al reino de las sombras para buscar a su esposa Eurídice, muerta por la mordedura de una serpiente, la abraza en presencia de Perséfone y Hades, que le habían permitido sacarla de allí y devolverla a la vida a cambio de que no volviera la vista hacia atrás hasta haber salido del valle del Averno. En el primer plano, a la izquierda, la barca con los condenados avanza por el río Aqueronte. El fondo está poblado por minúsculas escenas de condenados cumpliendo sus penas. El tema está tomado de las Metamorfosis de Ovidio (libro X, versos 1-55). Sin embargo, los personajes que en el poema acompañan a los protagonistas han sido sustituidos por una multitud de figuras grotescas, animales infernales y seres monstruosos, uno de los cuales transporta por el aire a un condenado . Estas figuras y el tipo de escenografía infernal sitúan esta escena en la tradición de El Bosco (ca. 1450-1516), que tuvo larga pervivencia en Flandes y Holanda a través de Peter Bruegel el Viejo, su hijo Peter Brueghel, el Joven, y Jacob de Gheyn II (ca. 1565-1629) hasta Jacob Isaacsz. van Swanenburgh (1571-1638), el primer maestro de Rembrandt (1606-1669).
La figura del ahorcado parece inspirada en Brujas haciendo magia de Salvator Rosa, pero la estructura compositiva la aproxima aún más a escenas de Filippo Napoletano (1589-1629) como Dante y Orfeo en el infierno (Florencia, Galleria degli Uffizi), Eneas y la sibila en el infierno (Roma, Galleria Doria Pamphili y colección Garofalo), incluso al grabado de Jacques Callot (1592-1635) Las tentaciones de San Antonio, fechado en 1634, con quien Napoletano había trabajado en 1617 en la corte de Cosimo II de Médicis.
En 1772 figura en el Palacio del Buen Retiro como pareja de una apoteosis de Hércules. Ingresó en el Museo del Prado antes de 1834. Es inventariado en 1849 y recogido en el catálogo de 1873.