Caballo
Caballo arrendado a un tronco mediante un hacha en él clavada. Figura de bronce, fundida a la cera perdida.
Mène fue el escultor animalista más célebre después de Barye. Como él, tuvo, a partir de 1837, su propia fundición que después amplió para editar los trabajos de otro escultor, Auguste Cain. Algunos de sus bronces se vaciaron en numerosas ediciones, y después de su muerte los derechos fueron adquiridos por Susse. Este asunto aparece, precisamente, en el catálogo de Sesse, de fines del siglo XIX, con el núm. 45, valorado en 180 francos.
CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). COPPEL ARÉIZAGA, Rosario. Pequeños bronces en la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid: FLG, 2001. Pág. 207, nº 124.
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