Tres músicos aparecen representados de busto. El primero toca una flauta, mientras los otros dos cantan al compás de una partitura que uno de ellos sostiene en sus manos.
La ejecución abocetada y el vigor del trazo ponen de relieve su carácter de estudio preliminar. Sin embargo, al no conocerse ninguna obra de Jordaens que empleara figuras similares, se dudó durante mucho tiempo de su autoría.
La factura muy suelta, la gran cantidad de materia en las pinceladas de las carnaciones y los fuertes toques blancos recuerdan la época juvenil de Van Dyck (1599 - 1641), quien también ha sido propuesto como autor.
La obra está documentada como una de las adquiridas por Carlos IV siendo príncipe de Asturias.
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