Forma parte de un conjunto con los relieves (E00118, E00120 y E00182). Constituye la mitad izquierda del frente del sarcófago. Taller ático. El presente sarcófago se halla fragmentado e incompleto. Posiblemente fue hallado a finales del s. XVII o principios del XVIII en algún lugar del golfo de Nápoles, y se procedió entonces a dividirlo en partes para facilitar su venta y su traslado. Aparte de los sectores presentes, adquiridos por Felipe V (a la Casa de Alba), se conserva un pequeño fragmento, con una escena de la guerra de Troya, en el Museo del Louvre. En la escena frontal -que presenta varias cabezas restauradas- se ve el sacrificio que, sellando la paz entre aqueos y troyanos, ha de permitir la celebración de las bodas de Aquiles y Polixena, hija del rey Príamo. A la izquierda, varios guerreros aqueos siguen a Ulises -reconocible por su gorro cónico o pileus-, quien lleva una pequeña ternera a Agamenón. Éste, en el centro, cumple la función sacerdotal de un rey o jefe de ejercito, y a él se acercan también, por la derecha, varios troyanos con gorros frigios y mangas largas. Las bodas, sin embargo, se tornarán en tragedia: Paris, haciendo caso omiso de los pactos, herirá de muerte a Aquiles en el talón -representado en la escena del costado lateral derecho- y los aqueos, furiosos por la muerte de su héroe, tomaran venganza -escena de costado izquierdo-, Neoptolemo, hijo de Aquiles, se encargará de conducir a la infortunada Polixena para sacrificarla en honor del difunto. No hay duda de que historia tan funesta parece, a priori, un motivo excesivamente dramático para una decoración funeraria. Acaso por ello es este sarcófago el único de los conocidos hasta hoy que la representa, y la fecha de su realización, en plena anarquía militar, puede explicar su amargura pesimista.