Se conocen veintidós dibujos preparatorios de Vicente Carducho para su ciclo de 54 lienzos sobre la vida de San Bruno y otros monjes cartujos, pintados para la Cartuja de El Paular, al norte de Madrid, entre 1626 y 1632, y que, procedentes del Museo de la Trinidad, ingresaron en el Museo Nacional del Prado en 1872. En el inventario de los bienes del pintor, se cita un libro de 77 dibujos para la serie "así de historias principales como de figuras sueltas". En el contrato para la realización del ciclo firmado entre Carducho y el Prior del Monasterio, Juan de Baeza, se especifica que "es condición que todos los dichos lienzos y pinturas de ellos han de ser originales de dicho Vicente Carducho, de sus dibujos y firmados de su nombre". Los diseños con la composición final servían de muestra para que el Prior supervisase la imagen y diese el correspondiente visto bueno, y eran el modelo para que los artistas de su taller trabajasen en el proyecto. Casi todos los dibujos conservados muestran una unidad formal que confirma la realización de los mismos por el propio Carducho, y constituyen un excelente ejemplo de su habilidad como dibujante, capaz de plasmar con precisión en el papel tanto las figuras principales de la composición como las masas del fondo y los efectos de luz y sombra mediante el uso de las aguadas. Una vez aprobados por los comitentes, los dibujos eran cuadriculados para el posterior trabajo de ampliación. No se conserva el lienzo definitivo de este dibujo, hasta ahora inédito. El cuadro, que desapareció en el incendio del Museo de Tortosa durante la Guerra Civil, se conoce a través de una fotografía y la copia conservada en el Museo de Castellón. La comparación con este dibujo permite analizar el proceso creativo de Carducho. Las ideas principales de la composición están casi totalmente plasmadas en el dibujo, cuadriculado para su ampliación, tanto sus figuras fundamentales y disposición, como los escenarios y efectos de claroscuro, fuertemente acentuados. La diferencia más notable con el cuadro se encuentra en la mayor precisión del espacio donde se desarrolla la acción y en un mayor detalle en la representación de los distintos elementos de la composición. Es interesante anotar la supresión en el lienzo del perro, notablemente flojo en el dibujo preparatorio.
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