Este retrato, una obra de gran calidad que excede ligeramente el tamaño natural, representa a una dama de la clase alta romana. Su aparatoso peinado se parece a grandes rasgos al de Faustina la Mayor, quien tuvo el título de Augusta entre 138 d.C. -año en que Antonino Pío ascendió al trono- y 141, fecha de su muerte. No obstante, las diferencias en la fisonomía y en la conformación del peinado señalan que se trata del retrato de una particular, el cual -como era costumbre en la Roma de entonces- fue adaptado al modelo imperial. El busto tiene la forma de tondo oval y transversal, característica de mediados del siglo II d.C. está vestido con una túnica con mangas -de las que se alcanza a ver el primer botón- y una palla , un manto cuyo extremo está sobre el hombro izquierdo.