Ubicado entre las provincias de Lugo y León, conserva un poblado de pallozas, vivienda de arquitectura tradicional de la zona. Se trata de una casa de piedra con cubiertas de paja que reflejan la adaptación del hombre al entorno, algunas se han convertido en museo en 1970. En el interior de las casas se exponen útiles domésticos y mobiliario que reflejan la vida en estas viviendas.