Tras matar al jabalí que asolaba el reino de Calidonia, Meleagro ofreció la cabeza del animal a Atalanta, de quien estaba enamorado. Sin embargo, los tíos del cazador, considerándose con derecho al trofeo, se lo arrebataron a la joven, lo que provocó la ira de Meleagro, quien los mató.

Jordaens coloca las figuras en primer plano, a modo de un gran friso corrido. En el grupo de la derecha, Meleagro lleva la mano a la espada, dispuesto a iniciar su ataque contra sus propios tíos, mientras Atalanta, con un gesto de miedo, intenta detener al héroe.

A la izquierda, el grupo de cazadores marca el ritmo de la composición, conduciendo la mirada del espectador hacia el asunto principal a través de la posición de las armas, el brazo o el movimiento de los perros. Ambas partes del cuadro fueron realizadas en fases distintas. En un primer momento Jordaens pintó el grupo de la derecha, cuyas características coinciden con su etapa juvenil, cuando en su producción dominan las figuras monumentales y rotundas, siguiendo la estela de Rubens (1577 - 1640), las figuras de la izquierda fueron pintadas en un trozo de tela que fue añadido al grupo preexistente y corresponden al estilo tardío del artista.

La pintura no aparece documentada hasta 1746 en el Palacio de la Granja.