Retrato del duque de Osuna don Pedro Téllez Girón (1755-1807), su mujer la condesa-duquesa de Benavente doña Josefa Alonso de Pimentel (1752-1834) y sus cuatro hijos: don Francisco de Borja (1785-1820), próximo duque de Osuna, don Pedro de Alcántara (1786-1851), futuro príncipe de Anglona, doña María Manuela (1783-1838) y doña Joaquina (1784-1851), futura marquesa de Santa Cruz.
Ejemplo de la aristocracia ilustrada de la época, los duques de Osuna se cuentan entre los primeros protectores de Goya. Esta proximidad con el pintor se revela en la cercanía de cada uno de los retratados, cuya personalidad ha quedado perfectamente individualizada dentro del conjunto familiar. El pintor emplea tonalidades grisáceas y verdosas, realzadas por la técnica ligera, sutil y precisa, que describe con maestría telas, encajes y objetos.
El retrato familiar apenas era conocido en la España del momento, por lo que se cree que Goya pudo tomar los modelos compositivos de ejemplos flamencos o ingleses.