Diosa de la primavera y, por extensión, de las flores y los jardines, representa la fertilidad en la mitología latina. Se trata de una obra de colaboración, en la que Giordano pintó las figuras y Andrea Belvedere (Nápoles, 1652-1732), las flores. La colaboración de Luca con pintores especialistas está documentalmente probada además, con Giuseppe Recco, Giovanni Battista Ruoppolo, Giuseppe Ruoppoloy Abraham Brueghel.