Se trata de una obra importante que ilustra el periodo inicial de Giordano, donde todavía no manifiesta de forma evidente las características de su estilo. De hecho, si no fuera porque se encuentra firmada y por ciertos detalles, como los tipos infantiles, podríamos dudar de su autoría. Como corresponde a una obra juvenil, Giordano tomó elementos de distintos pintores, sin llegar a conjuntarlos de manera convincente. La naturaleza que se recorta como fondo en ambas obras recuerda el estilo de Micco Spadaro, mientras que sorprenden los animales, de soberbia factura.