Se trata de la parte superior de una estatua sólo parcialmente conservada, que en el taller de Cavaceppi recibió la forma de un busto de tipo severiano. No sólo ha sido interpretada como fragmento de una estatua de Zeus, sino, a raiz del supuesto carácter original de la cabeza del guerrero, también como Telémaco, Perseo, Aquiles o simplemente como un guerrero. Sus ojos almendrados, el rostro ovalado, casi inexpresivo y los gruesos rizos responden al estilo del siglo V a.C. Afinidades estilísticas presentan asimismo los retratos de estrategas y, en particular, el de Pericles, que probablemente fue erigido poco después de 429 a.C. Al igual que en el retrato de Pericles, los rizos de la cabeza de Madrid tienen forma de cintas anchas, con puntas ensortijadas. Si bien la cabeza de Madrid evita copiar con fidelidad la estructura de los rizos de Pericles, el aspecto general revela una similitud asombrosa. Teniendo en cuenta que hasta el momento no se conocen réplicas antiguas de la cabeza de Madrid y considerando la manifiesta dependencia con respecto al retrato de Pericles de la Villa di Cassio, expuesto actualmente en el Vaticano, se trata en opinión de Schröder, de una recreación moderna del taller de B. Cavaceppi.
Procede de la Colección Cavaceppi, pasó a la colección Azara y de esta a la Colección Real.