Retrato
María de la O Piscatori, marquesa de San Andrés
Sentada, casi de cuerpo entero, de tres cuartos a la izquierda, lujosamente vestida con traje de seda rayada y corpiño de terciopelo con vueltas de encaje en mangas y cuello. Luce un aparatoso tocado de cintas, plumas y estrellas de brillantes a la moda francesa María Antonieta, y sostiene en la mano derecha un abanico plegado. La retratada es, al parecer, Doña María de la O Piscatori, esposa del Marqués de San Andrés y más tarde del Conde de Lerena, Ministro de Hacienda, retratada en varias ocasiones entre 1785 y 1790. Un retrato de busto de la misma persona, atribuido a Goya pero seguramente de Esteve, se guarda en la Colección Rothschild procedente de la de Beruete. La fecha más probable para este retrato es hacia 1789.
El presente lienzo es repetición fiel, aunque con ligeras variantes en la decoración del traje y el tocado, de otro conservado hoy en el Museo de San Carlos de México, procedente de la Colección Axel-Wenner Green de Estocolmo, que fue atribuido a Goya por Beruete, Mayer, Méndez Casal y algunos otros críticos, hasta que Soria lo consideró, con toda razón, obra significativa de Esteve. El retrato, en efecto, muestra muy bien las características de su estilo, que, partiendo del de Goya, lo interpreta con un peculiar toque de delicadeza y planitud ajena a la fuerza imperativa de su maestro y prodigando minucias decorativas de cuidadoso decorativismo, bien evidentes en este retrato. Erróneamente, Camón Aznar supuso que el lienzo de Lázaro era el mismo de la colección sueca, y lo consideró también obra de Goya, aunque expresando ciertas reservas al aceptar que "su filiación al maestro puede ser discutible". La obra permanecía entonces aún en manos de su propietario, que la prestó a la exposición de Estocolmo en 1959-60, antes de venderla al gobierno mexicano. Soria ya advirtió en 1957 que se trataba de lienzos diferentes, y consideró el de Lázaro como copia. Aun cuando éste carece de historia y se deconoce cuándo y dónde lo adquirió Lázaro, es evidente su calidad y podría perfectametne considerarse réplica, seguramente autógrafa, destinada, quizás, a algún miembro de la familia por ahora inidentificable.
CAMÓN AZNAR, José. Francisco de Goya. 1980-1982. Tomo II, Págs. 67-68. CAMÓN AZNAR, José. Guía del Museo Lázaro Galdiano. Madrid: Fundación Lázaro Galdiano, 1951. Pág.126. CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). MAYER, August L.. Francisco de Goya. Barcelona: 1925. p. 202, nº 411. PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio. Pintura española de los siglos XVII y XVIII en la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid: 2005. Págs. 162- 163. SORIA, M.S.. Esteve y Goya. Valencia: 1957. Pág. 87.